Escribe: Raúl Diez Canseco Terry *
Llegar a Singapur es como visitar el futuro. Este país de 728 Km2 —del tamaño de Piura y Tumbes juntos—, ubicado en Asia suroriental, se hizo independiente en 1965 y desde entonces ha experimentado un crecimiento y desarrollo vertiginosos.
En gran parte, este desarrollo se debió a la visión y ejecución de un visionario como Lee Kuan Yew, quien convirtió su pequeña isla en una potencia económica mundial, considerada hoy entre las ocho economías más grandes del mundo, con un PBI per cápita de más de 72 mil dólares.
La semana pasada, junto a una delegación de la Universidad San Ignacio de Loyola, visitamos al actual viceprimer ministro y coordinador de las políticas económicas de Singapur, Heng Swee Keat, y secretario permanente del Ministerio de Comercio e Industria, Beh Swan Gin; y tuvimos un encuentro con la ministra del Ambiente y Sostenibilidad, Grace Fu. Estas actividades fueron parte de una gira de relacionamiento académico con autoridades políticas, importantes universidades y centros tecnológicos de ese país.
Estuvimos en la Universidad Tecnológica de Nanyang, la Singapure Managment University, la National University of Singapure, dentro de la cual nos reunimos con las autoridades de la reconocida escuela de políticas públicas Lee Kuan Yew. También visitamos el puerto de Singapur, que pronto se convertirá en una ciudad porque ya se tiene listo otro puerto que será el más grande del mundo. A este ritmo, Singapur sigue creciendo.
En toda esta visita, ha sido fundamental la participación de James Soh, director ejecutivo de la National Youth Achievement Award Council (NYAA), un funcionario conectado con las especificidades que requiere el mundo para lograr el despegue al desarrollo. Soh es un desarrollador de personas que ayuda a maximizar el potencial de los jóvenes a través del programa NYAA. Además, es asesor de la UNE South East Asian Youth Environment Network (SEAYEN), que desarrolla a los jóvenes de la ASEAN en el plan de acción climática.
Con él vamos a trabajar un puente académico que una a Perú y Singapur para desarrollar proyectos y programas para jóvenes en liderazgo, medioambiente y políticas públicas que esperamos presentar como una iniciativa en el marco de la próxima Cumbre APEC que se desarrollará en nuestro país en 2024.
No cabe duda de que uno de los pilares que explican el desarrollo de Singapur es su modelo educativo. El viceprimer ministro Swee, por ejemplo, preside actualmente el Consejo de Economía del Futuro, un organismo encargado de supervisar el crecimiento económico mediante el desarrollo de habilidades de los trabajadores, una de las reformas impulsadas por Lee Kuan.
La educación en Singapur promueve un enfoque pluricultural desde la escuela primaria, así como el desarrollo de competencias blandas, emocionales y tecnológicas para fomentar la productividad, la creatividad y la innovación entre los estudiantes. Esto le permite contar con mano de obra calificada para la industria, el comercio, las finanzas y la tecnología, que son los principales ejes que explican el desarrollo de Singapur.
Contrariamente a lo que se piensa, la base de su éxito educativo está en la educación primaria. Es allí donde se destaca el esfuerzo, el mérito y el bilingüismo. En los últimos años de primaria se aplica la separación de los alumnos y su clasificación según el rendimiento.
La política educativa también establece que, para enfrentar los cambiantes escenarios del futuro, los estudiantes deben construir confianza en sí mismos, continuo autoaprendizaje, conciencia ciudadana y ciudadanía activa. Es decir, adquirir y desarrollar valores. Hay mucho que contar sobre Singapur y me comprometo a seguir haciéndolo. Pero si algo me queda claro de esta visita, es que sabemos a dónde apunta el futuro en educación.
Mi agradecimiento a la Cancillería y al embajador del Perú en Singapur, Carlos Vásquez, por la diligente gestión y la excelente labor que vienen realizando promoviendo el país.
* Ex primer vicepresidente de la República.