Choquequirao: una gran oportunidad para el turismo del Perú
  • 06 de mayo 2025

Escribe: Raúl Diez Canseco Terry *

 

La reciente decisión del Gobierno de adjudicar, en el cuarto trimestre de este año, el proyecto del teleférico de Choquequirao marca un punto de inflexión para el desarrollo turístico del país. Desde nuestra gestión en el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo —hace 25 años— impulsamos esta iniciativa con una visión clara: abrir Choquequirao al mundo, pero hacerlo de manera ordenada, respetuosa del entorno y generadora de oportunidades para las poblaciones locales. Esa visión comienza hoy a materializarse.

El proyecto, estructurado bajo el mecanismo de Asociación Público-Privada (APP) y valorizado en USD 261 millones, transformará radicalmente el acceso al complejo arqueológico, reduciendo una caminata de dos días a un recorrido de pocos minutos mediante un teleférico de 10.6 kilómetros. Esta mejora en la conectividad representa un salto cualitativo en la experiencia del viajero y en el potencial de desarrollo para las regiones de Cusco y Apurímac.

El impacto proyectado es contundente. En 2019, Machu Picchu recibió 1’585,262 turistas, es decir, aproximadamente 4000 visitantes por día. El proyecto de Choquequirao atenderá, en su quinto año de operación, cerca de un millón de visitantes anuales, lo que representará ingresos cercanos a USD 1000 millones al año por concepto de divisas, considerando una estadía promedio de diez días. Esto equivaldrá al 1.1 % del PBI de Cusco y al 2.8 % de Apurímac, generando efectos directos en el empleo, la inversión privada y la valorización del patrimonio local.

Sin embargo, este proyecto no es un fin en sí mismo. Es el núcleo de una estrategia mayor: diversificar y descentralizar el turismo nacional. Machu Picchu seguirá siendo nuestro gran ícono, pero es urgente ampliar la oferta con alternativas sostenibles y de alto valor cultural. Choquequirao puede convertirse en ese nuevo gran destino que, además, alivie la presión sobre el santuario histórico y fortalezca el circuito sur andino.

Los 2800 turistas diarios que se calcula transitarán por el corredor turístico Cusco-Apurímac generarán un gasto aproximado de USD 280,000 diarios en toda la cadena de valor que la actividad turística dinamizará en localidades como La Convención y los distritos de Mollepata y Limatambo en Anta, así como Kurahuasi, Huanipaca y Cachora en Apurímac.

Estos lugares serán espacios de desarrollo de infraestructura turística, como hoteles, restaurantes y actividades agropecuarias orientadas a atender la demanda de los visitantes. Asimismo, será necesario potenciar los servicios públicos de agua, desagüe, electricidad, comunicaciones y transporte, para que los pobladores locales puedan emprender negocios vinculados a la cadena de valor del turismo.

Ahora bien, para que esta apuesta alcance su máximo potencial, es imprescindible completar el ecosistema de conectividad. El nuevo aeropuerto de Chinchero debe avanzar con rapidez y planificación integral, evitando errores del pasado, como en Lima, donde se culminó la infraestructura aeroportuaria sin contar a tiempo con las obras de acceso vial. Igualmente, urge una política clara para atraer inversiones en turismo de reuniones, incluyendo centros de convenciones con incentivos tributarios, como ha hecho exitosamente Colombia.

Estamos ante una oportunidad histórica. Choquequirao puede ser mucho más que un atractivo turístico: puede convertirse en símbolo de un modelo de desarrollo que integre patrimonio, economía regional y visión de largo plazo. Como ciudadano y exministro que acompañó el nacimiento de este proyecto, celebro que el país avance en esta dirección. Con decisión, inversión y planificación, Choquequirao se convierte en una gran oportunidad para el turismo y para el Perú.

 

* Ex primer vicepresidente del Perú.

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