AP: un nuevo amanecer
  • 22 de agosto 2023

Escribe: Raúl Diez Canseco Terry (*)

Había que dar una señal clara de afirmación, defensa y compromiso con los ideales primigenios de Acción Popular, y se hizo: el plenario, la máxima instancia de dirección del partido, aprobó por unanimidad la suspensión de seis congresistas investigados por el Ministerio Público debido a contubernios con el poder de turno.

Será ahora el Tribunal de Disciplina, elegido según lo establecido en el estatuto vigente del partido, el encargado de imponer la sanción correspondiente, que no debe ser otra que la expulsión definitiva de las filas acciopopulistas.

Los ideales que nos dejó Belaunde son los cimientos de Acción Popular. Él nos enseñó a estudiar los principales problemas de Perú para llegar limpiamente al gobierno y servirlo, no para servirse del poder.

Recordemos que fue el propio expresidente quien nos dijo que las puertas del partido están abiertas para los buenos peruanos que deseen trabajar con honor por su país, haciendo aportes; pero que esas mismas puertas también están abiertas para que se vayan los traidores, los advenedizos y los malos peruanos que desnaturalizan los objetivos de la política, pervirtiéndola en beneficio propio.

Lo que hemos experimentado en los últimos tiempos es una infiltración de principios, de ideales, de inconducta ética y una praxis política amoral. Esta gente ha trastocado los valores y la ideología de la organización, que siempre se ubicó en el centro, sin estridencias ni inconductas funcionales. Debemos proteger al partido de dogmas y teorías ajenas a Acción Popular.

Excluirlos de la organización política no es dividir el partido, es sincerarlo, separando la paja del trigo. Por lo tanto, es un deber moral, un acto deontológico de profilaxis política. Cuando un organismo es infiltrado desde dentro, hay que extirpar el problema desde la raíz si se quiere salvar el órgano.

Esta decisión pone evidentemente en riesgo el peso de la bancada en el Congreso, pero es un costo que se debe asumir. El Evangelio relata que antes del diluvio Dios le dijo a Noé que había decidido el fin de todo ser, porque la tierra estaba llena de violencia a causa de ellos, y los destruiría junto con la tierra.

¿Cuál es el mensaje de fondo? Hay que purificarnos del mal para que llegue un nuevo amanecer para todos.

Lo mismo ocurrirá en el partido. Debemos purificarnos expulsando el mal. Los principios de Acción Popular están más vigentes que nunca. Uno de ellos –en un país con más de un 26 % de pobreza y donde 4 de cada 10 peruanos viven en situación de vulnerabilidad– es convertir a los desposeídos en pequeños propietarios. Esto implica proporcionarles la oportunidad de tener servicios públicos de calidad y de acceder al conocimiento, la capacitación y el desarrollo.

Expreso mi respeto y felicitación a Edmundo del Águila Morote, quien ha tenido la valentía de luchar durante ocho años para recuperar la legalidad e institucionalidad del partido. La decisión adoptada en el último plenario es solo el comienzo. Acción Popular recuperará el espacio que siempre tuvo, renovando su convocatoria a jóvenes, hombres y mujeres de bien.

Cuando estos jóvenes vean, como ahora, decisiones firmes que apuntan a recuperar los auténticos ideales, lo que tendremos será una etapa de resurgimiento, relanzamiento y apertura para fortalecer nuestra libertad y democracia. No es momento de crear nuevos partidos, que nacen y desaparecen con cada elección. Es tiempo de fortalecer los partidos que ya existen con ideales y principios sólidos, y un marco programático claro.

Acción Popular es un partido creado con la vitalidad de la juventud. Eso es lo que debemos recuperar ahora: estudiar a fondo el Perú, proponer soluciones a sus principales problemas, buscar nuevos líderes y convocar a quienes deseen convertirse en agentes de cambio; con valores y ética en una mano, y con trabajo honesto, desprendido y leal en la otra. Los ideales no se compran ni se venden, se defienden.

 

* Ex primer vicepresidente del Perú.

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