Escribe: Raúl Diez Canseco Terry*

Hace unas semanas, fuimos testigos de una noticia extraordinaria: nuestro país alcanzó 27 años y siete meses consecutivos con una inflación de un solo dígito. Este hito no solo representa un logro técnico en términos económicos, sino también una verdadera hazaña en la historia de América Latina.

Gracias a una política monetaria firme, independiente y rigurosa, Perú logró convertirse en un ejemplo de estabilidad macroeconómica. El responsable de esta proeza es el Dr. Julio Velarde Flores, presidente del Banco Central de Reserva del Perú.

El Dr. Velarde estuvo en el directorio del BCRP en los años 90, renunció en 1992, y en 2006 fue nombrado presidente del directorio, cargo que mantiene hasta hoy, entregando al país una institución sólida, confiable y creíble.

Es destacable cómo, a pesar de las diversas dificultades políticas que hemos atravesado como país, Perú ha mantenido la inflación bajo control, protegiendo el poder adquisitivo de las familias y consolidando la confianza de inversionistas, tanto nacionales como extranjeros.

Si la economía no colapsó y resistió incluso a los efectos nocivos del freno productivo durante la pandemia, fue gracias a las reservas internacionales que tenemos y a la estabilidad de la moneda, que ha hecho del sol peruano una de las más fuertes de América Latina.

No podemos hablar del éxito económico de Perú sin mencionar la importancia de la independencia del Banco Central de Reserva, consagrada en la Constitución de 1993. Bajo el esquema de metas explícitas de inflación, adoptado en 2002, el BCRP ha demostrado su compromiso con la estabilidad, y en este contexto, la labor del Dr. Velarde ha sido esencial.

Con una mano firme, pero siempre dispuesta al diálogo, nadie mejor que él ha sabido conducir la política monetaria en un mundo globalizado, asegurando el equilibrio económico necesario para nuestro desarrollo.

Sin embargo, los logros no se limitan únicamente a la política monetaria. En las últimas décadas, el Dr. Velarde se ha destacado por mantener una relación de respeto con todos los ministros de Economía. Su visión integral de la economía ha influido en sectores clave como la agricultura, la pesca, la industria y el comercio exterior.

Por todas estas razones, la Universidad San Ignacio de Loyola ha decidido otorgarle mañana el doctorado honoris causa. Pocos han enfrentado los desafíos económicos de nuestro país con la integridad y la sabiduría que el Dr. Velarde ha demostrado.

Con humildad y perseverancia, nos ha enseñado que la estabilidad económica no es un fin en sí mismo, sino una condición fundamental para garantizar la prosperidad, la igualdad de oportunidades y la confianza en el futuro de nuestra sociedad.

Manejar profesionalmente la política monetaria fue la receta para estabilizar el país y preparar el camino hacia un crecimiento equilibrado y justo, un desafío que aún nos cuesta alcanzar plenamente.

Hoy podemos afirmar que, en un país con instituciones frágiles, tenemos un Banco Central de Reserva confiable, meritocrático y eficiente.

Necesitamos más instituciones como el BCRP. El Perú sería otro, estoy seguro. El título de doctor honoris causa que le entregaremos mañana es un reconocimiento a una vida de trabajo dedicada al bienestar de nuestro país y por sus logros internacionales.

Como puede apreciar, estimado lector, el Perú lo tiene todo. No solo recursos naturales, sino hombres de mucha valía. Lo que nos falta ahora es un buen director de orquesta a nivel presidencial. El Perú tiene la palabra.

(*) Ex primer vicepresidente del Perú