Escribe: Raúl Diez Canseco Terry (*)

Después de escuchar el escenario gris que presenta la economía mundial y nacional —creceremos menos del 1 % este año—, el anuncio de que, en 2024, en el marco de la APEC, se inaugurará el Puerto de Chancay, se presenta como un catalizador para el futuro económico del país.

Estratégicamente ubicado a menos de 60 kilómetros al norte de Lima, con una inversión de más de USD 3000 millones, este puerto se erige como un nodo logístico clave que conecta los principales centros de producción y consumo del país. Su inminente puesta en marcha augura un renovado impulso al comercio internacional y a la competitividad económica de Perú.

El puerto contará con terminales especializadas para distintos tipos de carga, promoviendo la diversificación y optimización de procesos. Con una capacidad de aproximadamente 30 millones de toneladas al año, se posiciona como uno de los puertos más grandes de Perú y aspira a moverse en la órbita de los principales operadores comerciales del mundo.

Para aprovechar en toda su dimensión esta megaobra se requiere poner en marcha una serie de obras conexas, como el parque industrial anexo al puerto que cobije industrias especializadas que aprovechen los recursos locales, como el cobre y, en un futuro cercano, el litio, para conectar con el desarrollo de la industria automotriz en el mundo: baterías y vehículos eléctricos.

Chancay mismo se transformará en una ciudad moderna, con numerosas oportunidades laborales y de negocios ligadas a la operación del puerto y del parque industrial y logístico. Hoy mismo ya se construye un mercado de abastos de 600 puestos para satisfacer la nueva demanda que generará la ciudad. Se habla de un tren que conecte Pucallpa con Chancay, lo que permitirá integrar los recursos naturales de la selva al mundo.

Pero, así como dinamizará la economía interna, la verdadera ventaja estratégica y geopolítica está en su conectividad con Asia. Seremos el punto de salida para los países vecinos con rutas directas al mayor centro de comercio, con un puerto inteligente y digital, reducción de costos logísticos y mayor competitividad.

El puerto será administrado por el mayor operador comercial integrado del mundo, que mueve alrededor de 140 millones de contenedores TEUs al año. Y está presente en 37 puertos: Shanghái, Shenzhen, Hong Kong, Singapur, Busan, Los Ángeles, Seattle, Bilbao, Valencia, Abu Dabi, Suez, Vado, Hamburgo, Pireus, Zeebrugge, Amberes; parte de Ocean Alliance, que gestiona más del 45 % del tráfico transpacífico.

Todo esto, sin duda, atraerá inversiones, aumentará los volúmenes de exportación y fomentará el crecimiento económico que necesitamos para recuperar la senda del crecimiento y generar nuevos puestos de trabajo.

El puerto de Chancay es mucho más que una estructura portuaria, es un paso adelante hacia un Perú más integrado en el comercio global, con una infraestructura moderna y visión de futuro. Pero, sobre todo, es una oportunidad para volver a crecer, crear nuevos negocios, llegar a más mercados y consolidar la posición de Perú como líder en el ámbito del comercio internacional.

* Ex primer vicepresidente del Perú.