Reflexiones antes del Mensaje a la Nación
  • 23 de julio 2024

Escribe: Raúl Diez Canseco Terry*

 

En un momento crucial para nuestro país, el mensaje a la nación que ofrecerá la presidenta Dina Boluarte es una oportunidad inmejorable para pensar en el legado que quiere dejar para el Perú, y pasar a la historia alejando el fantasma de la decepción, la desconfianza y la inestabilidad de quienes no creen en el sistema democrático.

Consolidar el desarrollo del país requiere recuperar la confianza y un firme compromiso con la promoción de la inversión privada nacional e internacional, con obras de infraestructura y proyectos de maduración a largo plazo. Existen en cartera varios de estos proyectos que debieran estar en el anuncio presidencial.

Se debe apoyar, por ejemplo, la agricultura devolviéndole los beneficios que le otorgó la Ley del Régimen Laboral Agrario y de Incentivos al Sector Agrario y Riego, que permitió dar el salto a los 10 mil millones de dólares que tenemos hoy en agroindustria. Somos los primeros exportadores en arándanos, uvas, espárragos, quinua, paltas, alcachofas, mangos, cacao y café.

En educación, se debe apoyar la adopción de las nuevas tecnologías, que son una herramienta que permite llegar a los lugares más difíciles de nuestro país, democratizando el acceso al conocimiento. Y profundizar la enseñanza de valores. La educación es la única herramienta que nos ayuda a eliminar la pobreza.

En turismo, debemos apoyar una nueva ley de promoción para el dinámico turismo de convenciones, con exoneración de impuestos para toda nueva infraestructura que se realice. Allí está Choquequirao esperando ponerse en valor para ayudar a recuperar las cifras del turismo receptivo que teníamos antes de la pandemia.

El Perú volverá a ser un hub con el puerto de Chancay y el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. En ese camino, debemos apoyar el proyecto del congresista Eduardo Salhuana de crear zonas económicas especiales para atraer inversión en diversos puntos del país, especialmente en la costa peruana, donde espera concretarse también el tren de cercanías Ica-Chancay.

Somos un país megadiverso. Somos también emprendedores y resilientes. Lo que nos falta es transformar esta diversidad en nuestra mayor fortaleza. Ya tenemos suscritos 22 acuerdos comerciales y otros en negociación, que nos abren las puertas al 41% del mercado global.

Tenemos todo lo necesario para incrementar nuestras exportaciones, atraer inversiones y acceder a tecnología avanzada. Las oportunidades están ahí, y aprovecharlas dependerá, en gran medida, de nuestra capacidad para crear sinergias efectivas entre el sector público y privado.

Necesitamos un shock de inversiones públicas y privadas que nos permita dinamizar el crecimiento económico. La clase política debe aprender a reconocer que sin un proceso franco de convergencia será difícil encontrar el equilibrio necesario para gobernar. No por tener más partidos somos más democráticos. Todo lo contrario. La diversidad de opciones indica que no somos capaces de conversar y ponernos de acuerdo.

El mensaje a la nación que escucharemos en los próximos días debe no solo ser un llamado a la unidad, sino una propuesta a la acción y al compromiso con el futuro del Perú. Este año, tendremos a los líderes de APEC en nuestro país. Tenemos que mostrar que somos un país ávido de inversiones. Y que respetamos los acuerdos internacionales.

Este gobierno tiene que terminar bien para beneficio de todos los peruanos. Tiene que irse por la puerta grande. Solo de esa manera ahuyentaremos a los que no creen en el desarrollo y a los que postulan el populismo irresponsable, que es aplauso para hoy y hambre para mañana.

A este país, lo empujamos todos y todos debemos sacarlo adelante.

 

*Ex primer vicepresidente del Perú.

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