Las propiedades del kion, el ajo y las hojas del eucalipto en el tratamiento complementario de enfermedades respiratorias fueron reseñadas por alumnos de la Universidad San Ignacio de Loyola en una carta enviada a la reconocida revista científica Atención Primaria 55 (2023), publicada por Elsevier en España e indexada a Scopus.
Bajo el título “Plantas medicinales contra la COVID-19: ¿Una alternativa en la prevención?”, los alumnos partieron del hecho de que, durante la pandemia, mientras los científicos y médicos buscaban tratamientos y la vacuna contra esa enfermedad, muchas personas recurrieron a terapias tradicionales basadas en el uso de plantas medicinales para aliviar síntomas y malestares asociados al virus.
En la carta, los alumnos Sebastián Barrionuevo y Gloria Tafur, de la Facultad de Administración Hotelera, Turismo y Gastronomía, con el respaldo de los docentes Aldo Medina y Mónica Regalado, enfatizan que, pese al potencial de las plantas medicinales en la prevención y mitigación de enfermedades respiratorias, no hay pruebas científicas concluyentes sobre su eficacia específica contra el virus responsable de la COVID-19.
Refieren que las plantas medicinales poseen componentes fitoquímicos con propiedades antiinflamatorias y fortalecedoras del sistema inmunológico, lo que podría contribuir a la prevención y alivio de las enfermedades respiratorias.
El texto destaca que el kion contiene compuestos bioactivos como el gingerol y el shogaol, que han demostrado poseer propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Mientras que el ajo contiene alicina, un compuesto con actividad antimicrobiana.
Finalmente, el eucalipto contiene cineol (también llamado eucaliptol), que posee propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, y estimula la fase secretoria y la acción expectorante. Por ello, estas plantas fueron las más utilizadas durante la pandemia.
En todo caso, subrayan los autores, de acuerdo con las investigaciones, no existen pruebas científica concluyente sobre su eficacia específica contra el virus de la COVID-19. Por lo tanto, el uso de estas plantas podría ser complementario o alternativo para la prevención y el alivio de las enfermedades respiratorias, pero, definitivamente, no son una opción para reemplazar las medidas de prevención establecidas por las autoridades sanitarias.